¿Dolor en la punta del codo?

Sí, ya me pasó. Y te puedo contar cómo aligerarlo

No soy especialista ni pretendo serlo, pero es ya bien sabido que la información está disponible para quien tenga el gusto de leerla.

El culturismo y la mayoría de deportes, en general, conllevan un desgaste físico que termina deteriorando tu rendimiento de un modo u otro, y habiendo yo practicado una buena cantidad de deportes, puedo decirte que aunque me he golpeado y maltratado bastante, no ha sido tanto comparado con lo obtenido.

Y en este caso en particular, quiero enfocarme en el gimnasio, porque es un lugar donde se viven toda clase de experiencias y donde tuve el gusto de aprender esto.

Una de las más curiosas cualidades de entrenar en un gimnasio es que se puede entrar bien y salir hecho trizas, en todo el sentido de la palabra.

Así le pasó a mi codo izquierdo (al principio, porque después, le pasó lo mismo al derecho, pero ya tenía el modo de controlarlo).

Me encantaba hacer press francés sentado.

En ese entonces, estaba ejercitándome con un sistema que requería que usaras un buen porcentaje de tu fuerza, a modo que sólo pudieras hacer, como máximo, seis repeticiones.

Es un sistema bastante eficiente, de hecho, en aquel entonces, yo lo estaba usando mientras tenía un buen surplus calórico, en otras palabras, podrías llamarle bulking. La gran ventaja de hacer bulking bajo este sistema es que, por lo regular, te vuelves capaz de levantar tus pesos máximos.

En fin, el chiste es que el press francés era mi favorito y ya lo estaba realizando con 25kg de cada lado usando la barra z.

Me sentía increíble.

Pero un día, al llegar a la universidad después de haber entrenado tríceps y bíceps, recargué mi codo en el escritorio y sentí un dolor que me hizo pensar que estaba hecho de cristal.

Llamó mucho mi atención y de inmediato lo observé para intentar descubrir algún moretón, pero nada.

Volví a palparlo y volví a sentir el mismo dolor.

No se veía inflamado ni tenía coloración extraña, pero me dolía.

Por suerte, ese día era viernes y yo no entrenaba en fines de semana, así que decidí que no había mayor problema porque valía la pena esperar al sagrado lunes de pecho.

Durante ese fin de semana, aproveché para patinar un poco. En la patinada del domingo, tuve una caída que de inmediato incendió mi codo de modo que no me había pasado patinando.

Según yo, había amortiguado el golpe bien y no había caído tanto peso sobre mi brazo, pero de todos modos, la sensación entre dolor y ardor fue totalmente nueva para mí.

Algo muy particular de este dolor es que no te debilita, pero sí es bastante molesto y puede llegar a crecer considerablemente.

Dejé pasar el evento porque el dolor desaparece de inmediato, se desvanece por completo después de un rato si no vuelves a golpear la punta del codo, que por cierto, podemos llamarle bursa del olécranon a partir de aquí.

Se terminó el fin de semana y como tal vez sepas, el lunes era obligado hacer pecho. No había otro modo para mí. Se me hacía que si entrenaba pecho el lunes y espalda el martes, iba a estar obligado a hacer pierna el miércoles. Ya sabes, el miedo a tener un torso inmenso y unas piernitas me hacía querer entrenar a toda costa piernas después de haber disfrutado de los dos días más gloriosos para mí.

Llegué al gimnasio, caminé hasta la banca inclinada, tomé la barra olímpica y comencé a calentar mi press.

Todo transcurrió normal durante el calentamiento, fue entonces que cargué la barra con más peso para que iniciara mi rutina.

Desde la primera repetición, sentí cómo volvió a encenderse el dolor, aunque esta vez no con tanta intensidad.

Era un dolor molesto, pero no intolerable; razón por la que ni me preocupé y terminé el resto de mis series.

Al terminar mi entrenamiento de pecho, solía hacer un poco tríceps para aprovechar la sobre estimulación, y como te comenté anteriormente, el press francés era lo mío.

Cargué la barra porque consideré que ya estaba lo suficientemente listo como para tener que calentar de nuevo, y boom, el dolor se volvió increíblemente molesto a la primera repetición, no tanto como para tener un accidente, pero sí como para comenzar a cuestionarme seriamente qué tan mal podía ponerse.

Debido a mi curiosidad natural, decidí tratar de averiguar qué pasaba si hacía fuerza con el bíceps, es decir, en sentido contrario al movimiento que originalmente me provocaba dolor.

Así que me dirigí al rack y tomé unas mancuernas de 20kg para comenzar a hacer curls.

Algo muy extraño que sucedió al momento de hacer eso fue que el dolor disminuyó de cierto modo.

Es decir, era molesto, pero había algo que hacía que se aligerara un poco más.

Eso me hizo pensar que no había tanto problema, por lo que aguantando el dolor, terminé de entrenar y me dirige a la escuela.

Sucedió lo mismo que me había pasado antes. Cada vez que yo apoyaba el codo sobre la mesa, sentía una sensación de ardor y dolor justo en la punta del codo, o como bien ya dijimos, la bursa del olécranon.

Debido a que comenzó a preocuparme, pero no lo suficiente como para ir a ver a un traumatólogo o especialista (además de que no tenía el dinero) quise buscar mi propia solución al problema.

Empecé por untarme ungüentos analgésicos para aminorar al dolor, al mismo tiempo que intentaba descubrir qué clase de movimiento es el que lo desataba.

Pasaron un par de semanas y de plano, opté por dejar de hacer press francés.

Después de una semana, aún tenía dolor, a pesar de haber descansado un poco, pero no era tanto como al principio.

Hasta que un día, me sentí lo suficientemente confiado para volver a hacer press francés.

Lo cual, como habrás de imaginarte, fue un error que me salió caro.

Después de ese intento increíblemente incómodo de entrenar tríceps con press francés, decidí que era momento de ver de qué se trataba el asunto.

Comencé a buscar información y me encontré con toda clase de lesiones parecidas, como el codo de tenista, el codo de golfista y demás.

Mientras estaba investigando, le daba movilidad al brazo tratando de averiguar si podría corregir el dolor con algún movimiento.

Fue entonces que se me ocurrió comenzar a tensar el codo al mismo tiempo que lo extendía y lo flexionaba. Digamos que es como si hicieras curls y presses, pero sin peso ni sujetar ningún objeto, sólo concentrándote en tensar el codo al mismo tiempo que lo estiras y lo flexionas.

Después de unas cuantas repeticiones de estirar y flexionar, debo admitir que se sentía mucho mejor.

Poco después de este descubrimiento, encontré un video en Youtube en el que un tipo describía exactamente el mismo dolor que yo sentía, y decía que su modo de aligerarlo era haciendo algo muy parecido a lo que yo descubrí que me funcionó.

Después de este hallazgo, seguí leyendo al respecto y terminé descubriendo que se trata de un problema permanente.

Sí, leíste bien, permanente.

Mientras hagas ciertos ejercicios de tríceps, es altamente probable que termines con dolor en las bursas del olécranon. No he conocido muchos culturistas que lleven tiempo entrenando y que no sientan dolor al hacer ciertos ejercicios de tríceps.

Pero bueno, a pesar de que se trata de un problema con el que tendrás que lidiar como parte de las consecuencias de obtener otros beneficios, existen modos de hacer más ligera la situación y que no tengas que sufrir tanto todo el tiempo.

Sólo sí te recomiendo prestar atención a cualquier señal de inflamación, es decir, en mi caso, nunca se me inflamó ni la bursa derecha ni la izquierda (las dos están sensibles, pero haciendo los movimientos mejora muchísimo),  si a ti se te inflama, lo mejor será que tomes un descanso hasta aliviar la inflamación, he visto casos de auténticas pelotas de golf en la punta del codo, y no querrás imaginarte qué tanto duelen.

Algunos métodos para lidiar con esto:

  • Coderas elásticas: hacen mucho la diferencia y serán tus aliadas si es que quieres trabajar cualquier movimiento de empuje
  • Analgésicos no esteroideos; van a ayudarte con el dolor, sólo respeta las dosis para que no sufras consecuencias no deseadas en el estómago
  • Inyección de cortico esteroide: la solución más conocida y usada por mucha gente. Personalmente, no me gusta tanto eso de inyectarme para aliviar dolor, porque siento que me aleja de ser capaz de percibir mejor mis lesiones y mi progreso, pero la opción existe
  • Calentamiento, calentamiento y más calentamiento: una de las principales consecuencias de este problema es que tendrás que calentar perfectamente siempre que quieras hacer tríceps; te recomiendo que optes por calentar con ligas, si no están disponibles, empieza con pesos muy ligeros e increméntalos progresivamente sin llegar al fallo

Aunque según yo no hay manera de ejercitar lo suficiente tus tríceps y escaparse de este mal, la alternativa que yo te presento consiste en mover y tensar constantemente el codo.

El movimiento que yo realizo  para relajar el dolor consiste en tensar el codo mientras lo extiendes y lo flexionas, así como si estuvieras haciendo algún ejercicio de tríceps o bíceps. Los primeros movimientos te causarán dolor, pero conforme tu articulación se vaya acostumbrando, podrás ser capaz de calentar más rápido y con menos molestia. La consistencia es la clave.

 

consejotriceps.png

Como te comento, no existe una solución total y permanente mientras sigas trabajando movimientos que aíslen el tríceps. Sin embargo, hay algunos ejercicios que vas a poder trabajar con menos problema que otros: tríceps pull down con cable, usualmente, no causa dolor, lo mismo que el press a manos cerradas. Donde sí puedes esperar mucho dolor o molestia es en el rompre-cráneos o press francés (ya sea con mancuernas o barra) y haciendo extensión de tríceps tras-nuca, esos movimientos son seguros que te causarán dolor tarde o temprano.

Espero que esta letanía te ayude a controlar las molestias y más que nada, te dé tranquilidad en el sentido de que no sólo a ti te pasa.

¡Cuéntame si es que te funciona!

Autor: emmaestra

La curiosidad es una de las características que me definen. No sé bien por qué o cómo comenzó mi interés en la más variada cantidad de cosas, pero me ha ayudado a vivir toda clase de experiencias y a conocer toda clase de personas. Copywriting, rollerblading, bodybuilding, skateboarding, rap, etc., son sólo algunas de las actividades e intereses que me llaman la atención.

Deja un comentario